lunes, 16 de mayo de 2011

PROTEGER A LOS NIÑOS EN VERANO

Bebés de menos de seis meses de edad:
Las dos principales recomendaciones de la AAP para prevenir quemaduras
solares son evitar la exposición al sol, y vestir a los bebés con pantalones largos
ligeros, camisetas de manga larga y sombreros de ala ancha que den sombra al
cuello. Sin embargo, cuando no hay ropa ni sombra adecuadas disponibles, los
padres pueden aplicar una cantidad mínima de protector solar con FPS (factor
de protección solar) de al menos 15 en áreas pequeñas, como la cara y el dorso
de las manos del bebé. Si un bebé sufre una quemadura solar, aplique
compresas frías sobre la zona afectada.
Para todos los otros niños:
La primera, y mejor, línea de defensa contra la luz solar es la cobertura. Use un
sombrero con ala de 7.5 cm (3 pulgadas) o una gorra con visera que mire hacia
delante, gafas de sol (busque gafas de sol que bloqueen 99 a 100% de los rayos
ultravioleta), y ropa de algodón de tejido apretado.
Permanezca en la sombra siempre que sea posible, y limite la exposición a la luz
solar durante las horas de máxima intensidad: entre las 10 a.m. y las 4 p.m.
En días tanto soleados como nublados use un protector solar con un FPS de 15
o más que proteja contra los rayos UVB y UVA.
Asegúrese de aplicar suficiente protector solar: alrededor de 30 gramos (1 onza)
por cada aplicación para un adulto joven.
Vuelva a aplicar protector solar cada dos horas,
después de nadar o sudar.
Tenga precaución adicional cerca de agua y arena (¡e incluso nieve!), porque
reflejan los rayos UV, y pueden dar por resultado quemadura solar con mayor
rapidez.
Fuente:
http://www.aap.org/advocacy/archives/tanning.htm

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